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Dos salvadoreños se suman a la Lista Engel. ¿Es esto un club exclusivo de corrupción? ¡Descúbrelo aquí!

¿Quién necesita una invitación a la fiesta de la corrupción cuando puedes aparecer en la Lista Engel? Esta semana, dos salvadoreños han decidido sumar su nombre a un exclusivo club donde el acceso está reservado para aquellos que han hecho del desfalco su deporte favorito. Ebal Díaz, un personaje conocido en la política salvadoreña, se ha unido a otros nombres que parecen brillar en esta lista como estrellas fugaces, aunque en lugar de dejar un rastro de luz, dejan un camino de deudas y escándalos.

Pero, ¿quiénes son los otros que también han decidido hacer su debut en esta lista? Al parecer, hay tres hondureños que también están disfrutando del mismo ‘honor’. Mientras tanto, las reacciones no se han hecho esperar, especialmente de aquellos que siempre están dispuestos a señalar con el dedo, pero que también tienen sus propias manchas en su historial. ¡Qué sorpresa! La corrupción no tiene fronteras, ni mucho menos nacionalidades.

En este escenario, la Lista Engel se ha convertido en un verdadero reality show donde los participantes se muestran orgullosos de sus hazañas. La única diferencia es que aquí no hay eliminación semanal, sino sanciones que parecen no tener un impacto real en la vida de los afortunados seleccionados. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie siguen sin ver cambios significativos en la administración pública y las promesas de transparencia se esfuman más rápido que un billete en un casino.

Así que, estimados lectores, ¿qué opinan? ¿La inclusión en la lista es un motivo de orgullo para los involucrados o simplemente un recordatorio de que el juego de la política siempre tiene sus trampas? Acompáñenme en este viaje de reflexión y sarcasmo mientras esperamos ver qué otros nombres se suman a la lista. Porque, después de todo, siempre hay espacio para más en este club de corruptos donde el único requisito es haber jugado un poco sucio. ¡Compartan sus pensamientos y hagamos de este un debate entretenido! Y si no, siempre podemos reírnos juntos de lo absurdo de la situación.

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